miércoles, 8 de diciembre de 2010

3MSC

A 200km por hora, a toda ostia, no quiero enterarme de lo que pasa a mi alrededor, pero de repente aparece alguien que te dice que aflojes, y cuando aflojas, te das cuenta de las cosas que siempre han estado ahi, de los detalles más insignificantes, de lo que realmente merece la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario